Un perrito que sale poco a caminar o pasa la mayor parte de su día en espacios con pisos de madera o loseta puede tener las uñas más afiladas y largas que aquellos que pasean frecuentemente por la calle, ya que éstas se desgastan de forma natural.
Si las uñas de tu amigo peludo ya rozan el piso, es hora de llevarlo a la manicura por dos razones importantísimas:
- Unas uñas largas no permiten el apoyo natural de las patas dificultando la caminata y el balance de su cuerpo, esto, crea presión en sus articulaciones y dolor muscular por mantener posturas inadecuadas.
- Es importante evitar que las uñas tomen una forma curva y dañen los cojinetes de las patitas. ¡Es como tener las uñas de los pies enterradas!
El ritmo de crecimiento de las uñas es diferente en cada perro o gato, y de forma general, se recomienda cortar y limar las uñas cada 3 a 4 semanas.
Con los perros mayores, que tienden a tener uñas más gruesas y largas, es preferible establecer una rutina de corte con mayor frecuencia; para el caso de los cachorros, que podrían tener miedo al corte, podemos acostumbrarlos a la manipulación al jugar con sus patitas, de esta forma, se sentirán más cómodos cuando les toque ir a la manicura.
¿Sabías qué…?
Las uñas de los perros y gatos están formadas por queratina y cada una tiene una zona viva por donde circula sangre. Cuando las uñas son color blanco, es posible identificar esta zona por el color rosado que va desde el nacimiento hasta una parte del largo de la uña. Durante el corte y limado es importante identificar esta zona y evitarla para no dañarlos, ya que puede ser doloroso para ellos por lo que te recomendamos que un profesional te ayude con esta actividad.
¿Interesado en conocer más sobre salud e higiene para tus mascotas?
Hay más artículos en nuestro blog.